Un diplomático del Congo en España ha sorprendido a todos al
rechazar el saludo a la Princesa de Asturias durante la recepción al Cuerpo
Diplomático en el Palacio Real el pasado mes de enero.
Después de hacerlo, según el protocolo, a los Reyes y al
Príncipe en el tradicional acto de cada año, el representante congoleño ha
extendido la mano a Doña Letizia para, después, retirarla. La Princesa no ha
podido evitar expresar en su cara su sorpresa.
El embajador iraní tampoco ha saludado a la Reina ni la
Princesa, pero esta situación ya es habitual, dado que los representantes de
este país no tocan públicamente a las mujeres.
Dependiendo del país, hay distintos
tipos de saludo: por ejemplo en España los dos besos, en Japón una simple
inclinación, en Rusia tres besos, los esquimales frotándose las narices, etc. pero
en el protocolo internacional diplomático el saludo más utilizado en todo el
mundo es el apretón de manos. Saludar y dar la mano es mundialmente aceptado,
aunque haya países que tengan sus propias costumbres y solamente utilicen este
saludo con los extranjeros. Pese a que en la cultura de algún país no sea habitual
el saludo entre hombre-mujer en la mayoría de los casos se da la mano de forma
cordial. Además muchas veces en las relaciones diplomáticas se
suele tener bastante en cuenta el refrán “Allí dónde fueras haz lo que vieras”
Sobre el famoso caso de la Princesa Letizia, referente al diplomático
del Congo personalmente creo que se trató de un lapsus fruto de los nervios. Los gabinetes de protocolo de cada Estado antes de una visita cómo ésta, lo suelen
tener todo muy bien sabido, la forma del saludo, que comen cada uno hasta el
historial médico para estar preparados en caso de cualquier imprevisto. Se ve
perfectamente que la forma de saludo del embajador iraní se sabía con
antelación, ya que, ni S.M. la Reina ni
la Princesa cuando éste pasa levantan la mano para saludar.
Lo único que debió pasar, en mi humilde opinión, es que puede
que el embajador del Congo, igual no tenía claro si la Princesa ya era
oficialmente princesa o no. Normalmente, en los países africanos, suelen tener
una actitud bastante discriminatoria con las mujeres célibes. Puede que venga de allí su gran confusión. De todas maneras, es sólo mi opinión.
Mi más meditada y equilibrada opinión es que en todas partes hay hijos de dudosa procedencia, que creen que todas las mujeres son como lo fue su propia madre.
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